Señor Trump, usted es un mentiroso

Por el Lcdo. Fernando O. Zambrana Avilés.

“Zapatero a su zapato”

En Puerto Rico tenemos esa frase popular que se usa cuando queremos recordarle a alguien que los problemas especializados se le dejan a los expertos en la materia.

Además de contradecirse cada hora que pasa con sus posturas con relación a la inmigración en los Estados Unidos, Donald Trump le miente al público sobre lo mas fundamental del mismo: lo que actualmente dice la ley y lo que hace la administración actual. La impresión que éste da es que el gobierno de los Estados Unidos está de brazos cruzados, sin tomar acción alguna, con relación a las leyes de inmigración. Aquí le vamos a hacer un favor a la campaña del candidato Trump, poniendo los puntos sobre la “i,” y cruzando las “t,” y vamos a darle un curso básico de leyes de inmigración, que evidentemente está desprovista de los recursos intelectuales mínimos necesarios para preparar una plataforma basada en la verdad, coherente, y a tono con las realidades actuales.

  1. “Vamos a crear una fuerza deportadora.”

Primero a todo, y desde hace varias décadas, existe una fuerza administrativa encargada de deportar a los extranjeros presentes en violación de la ley. En tiempos recientes, la misma estaba compuesta por el “INS” o “Immigration and Naturalization Service” (Servicio de Inmigración y Naturalización). Desde el año 2003 hasta el presente, y luego de la firma de la Ley de Seguridad Nacional, dichas funciones de deportación fueron cedidas a una nueva agencia de ley y orden, conocida como el “ICE” o “Immigration and Customs Enforcement” (Servicio de Inmigración y Aduanas), en particular a una subdivisión conocida como “ERO” o “Enforcement and Removal Operations” (Operaciones de Ejecución y Remoción). Los Oficiales de Deportación adscritos a esta oficina están a cargo de la remoción física de aquellas personas ordenadas deportadas del país por cualquier fundamento contemplado por la ley.

La fuerza deportadora ya existe, y ha sido excepcionalmente efectiva en su trabajo durante la presente administración, rompiendo récords en las cantidades de deportaciones efectuadas. Ese tema lo discutiremos a continuación.

2. “Daremos prioridad a la deportación de los criminales.”

La administración del Presidente Obama ha roto records en la deportación de extranjeros, dándole prioridad a aquellos que tengan historial criminal, sin importar que tan antiguo sean dichas convicciones criminales. Esta es la administración que ha deportado a la mayor cantidad de personas que cualquier otra en la historia de los Estados Unidos, y la mayoría de los deportados son personas con expediente criminal. En fin, desde el 2009 hasta el 2013, se deportaron cerca de 2.5 millones de personas, o aproximadamente 25% mas de lo que la administración previa del presidente Bush. Los datos se encuentran en la página 103 del reporte de estadísticas anual de inmigración del año 2013, disponible aquí.

Trump estaría dándole continuidad a las gestiones iniciadas por el Presidente Obama. Imagino a Obama diciendole a Trump: “de nada.”

3. “Construiremos una gran muralla a través de la frontera sureña. Y México va a pagar por la muralla.”

¿Cómo el “presidente” Trump va a obligar a los Estados Unidos Mexicanos a pagar por la muralla? ¿Los va a invadir?

De todos modos, el que quiera y tenga los recursos también puede construir un túnel, y hay cientos de túneles usados por los carteles mexicanos y otros para mover droga y personas a los Estados Unidos. ¿O es que el muro va a llegar al centro del planeta? Ni los sensores mas poderosos en existencia pueden cubrir y monitorear la excavación de túneles bajo la frontera, a través del 100% de la misma. Esta propuesta es una ridiculez.

Inclusive, la mayoría de los inmigrantes indocumentados que ingresan por la frontera sureña al presente no son ni de nacionalidad mexicana. Varios provienen de repúblicas en América Central como Honduras y el Salvador, entre otros. ¿También se estará cobrando a estos países por la construcción del muro?

4. El Presidente Obama ha dado dos amnistías ilegales.

Falso. El Presidente Obama aprobó dos instancias de “acción ejecutiva” en el 2012 y en el 2014, donde básicamente comprometió a su administración a no poner en deportación a extranjeros que llegaron como niños, o que son padres de ciudadanos estadounidenses, y que se encuentran presentes de forma indocumentada en los Estados Unidos, y proveerles permisos de empleo legal. De estas dos acciones, solamente la aplicable a los que llegaron como niños, conocida como el DACA o “Deferred Action for Childhood Arrivals” está vigente.

Lo que deben hacer a cambio de dichos beneficios es registrarse con el gobierno, demostrar no tener expediente criminal o ser una amenaza para la seguridad nacional o social en los Estados Unidos, y estudiar, de no haber terminado la escuela superior.

Dicha acción no le dio estatus legal a estos jóvenes, ni cambió la ley para que pudieran legalizarse y conseguir “green cards” (residencias permanentes).

La ley de inmigración actual, inclusive, les cierra las puertas de la legalización a aproximadamente 11 millones de extranjeros en los Estados Unidos simple y sencillamente porque ingresaron de formal ilegal al país. Ya la ley contiene esta penalidad, la cual en la práctica es sumamente severa. Por este motivo es que esas millones de personas siguen  viviendo en las sombras.

En el 2014 Obama intentó impulsar un proyecto de reforma migratoria bipartidista para atender este y varios otros problemas que causa la ley de inmigración en su forma actual. Este intento fracasó gracias a la resistencia encontrada por un sector ultra conservador del Partido Republicano en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

Simple y sencillamente no hubo, ni hay amnistía. Trump tergiversa la realidad para sus propósitos de campaña política.

5. “Vamos a filtrar ferozmente a todo visitante al país para asegurarnos de que estan a fin con nuestros ideales.”

Esta es la menos creativa de las propuestas del candidato Trump. Lo tonto e ignorante de la misma se basa en el hecho de que esto ya se hace por los cientos de oficiales consulares estadounidenses adscritos a las embajadas de los Estados Unidos alrededor del mundo.

Como parte del proceso de obtención de visados temporeros (visita, estudio, trabajo, etc.) y de inmigrante (para una “Green Card”), el Departamento de Estado de los Estados Unidos requiere que el solicitante llene ciertas formas (DS-160 o DS-260) donde se pregunta, entre otras cosas, si el solicitante es, o ha participado en cualquier organización totalitaria, grupo paramilitar, terrorista, entre otras. Este cuestionario es revisado por los oficiales consulares a través de un careo con cada solicitante previo a la expedición de una visa. En adición, cada solicitante tiene su nombre y documentos sometidos a un “name check” realizado por el FBI para verificar si esa persona es partícipe conocido por las agencias de inteligencia en grupos extremistas, etc.

Crédito por imagen a Michael Vadon.